lunes, 13 de abril de 2009

De esto... pienso esto...



"A la que un día lo leerá, ya tarde como siempre"

No me dejes llegar tarde otra vez, tampoco pretendo llegar temprano. Creo que el llegar tarde o temprano no es una cuestión de tiempos, sino una cuestión de lazos, de caminos, de esas cosas que en algún momento se cruzan, cuando llegan a tiempo(*un trozo de dos vidas tomadas en un momento en que se cruzaron juntas en un determinado trecho con identidad de aspiraciones y conjunción de sueños*)...
El llegar temprano aveces te hace esperar, pero en realidad no sabemos lo que esperamos, y si eso que esperamos llega, y si cuando llega todavía estamos a tiempo, porque puede que ya sea el tiempo de seguir otro camino...y en esa espera tal vez llegamos tarde al encuentro del verdadero camino.
Llegué tarde, llegué temprano y cuando llegué a tiempo me asustó tanta puntualidad. Como cuesta encontrar los tiempos de la vida, ese momento justo en el que los lazos se entrecruzan.



"Calma-reír y sonreír-respirar"
La calma me llega a desesperar, el reír muchas veces me hace llorar, el sonreír depende del lugar... y creo que aun no aprendí a respirar.



"Peligrosa rutina de simulación"
Cuando se siente el vacío, el frío tajante de la soledad, el torturante suspiro de infelicidad, es ahí justo el momento donde esta rutina de simulación se hace presente, el intentar sonreír, el pretender estar justo donde querés estar, el creer que el control de la soledad es total... ahí es cuando se vuelve peligrosa, hasta uno mismo piensa que el simulacro es real...

3 comentarios:

  1. ...es dificil para nosotros encontrar el tiempo, pero es tan sencillo para el tiempo encontrarnos a nosotros, un día llega y dice siempre he estado ahi y cuando menos te das cuenta ya ha pasado, coincidir en algun momento con otros es la esencia de la existencia, que hubiera sido de los primeros hombres si no se hubieran encontrado, quizas Eva llego tarde pero al final de cuentas llego...

    ResponderEliminar
  2. De los regalos:
    Una vez estuve en una isla en el medio del titikaka, me fui a pasar las fiestas de fin de año con una familia de allá.
    Para ellos yo era el turista que les regaló una navidad que no esperaron, que no pensaron posible y que no esperan que se repita.
    Para mi ellos me regalaron un sentido distinto de vivir la vida con gratuidad, humildad y alegría.
    Entonces descubría que a veces las cosas son simples y solo son entendibles cuando ya ocurrieron.
    Me dijieron "viva la vida sin cuestionamientos estériles, solo con alegría y pasión, el resto déjeselo a los libros de historia, abra el regalo de la vida cada día y disfrute", muy sabio pensé.

    ResponderEliminar
  3. La Verdad!...muy bueno lo escrito...Bastane Interesante...! :D

    ResponderEliminar